Contaba que echaba mucho de menos a sus hijos y que no iba a poder llegara tiempo al cumpleaños de su hijo -había más de 15 horas de vuelo hasta casa- y que quería hacerle un regalazo impresionante en su primer cumpleaños separados.
Así que me encargó estos 4 cuadros de algunos de los personajes de Cars, que se empaquetaron con un cuidado máximo y llegaron a su destino justo a tiempo.
Aunque un regalo material nunca substituye el cariño de un padre, la sonrisa del niño fue mayúscula.



